Podemos

Pedro Sánchez ha hecho lo correcto…

Pactando primero con Ciudadanos.

Porque el pacto es bueno. Es centrado, razonable, factible, equilibrado, con unas cuantas buenas ideas y capaz de generar consensos amplios. No promete asaltar los palacios de invierno, pero es fácil visualizar que ese programa de gobierno ayudaría a mejorar y modernizar el pais.

Porque por mucho que quiera vendernoslo Pablo Iglesias, el pacto de izquierdas (Psoe-Podemos-Compromis-IU: 161) no suma para gobernar. Podrían sacar adelante una investidura – concediendo un referèndum en Cataluña y otro en País Vasco que llevarían al PSOE a la guerra civil, y a la derecha a incendiar el país – pero al día siguiente, con quien sumas para llevar a cabo un programa netamente de izquierdas? Con Esquerra y Bildu se llega a 173, y para sacar adelante las leyes, necesitas 176. Y no veo yo al PNV, a CiU o a Ciudadanos votando a favor de – por ejemplo – una reforma laboral auspiciada por Pablo Iglesias o a Alberto Garzón.

Porque ante unas hipotéticas elecciones, PSOE y Ciudadanos se han posicionado en el centro del espectro político, y han centrifugado a Podemos y al PP a los extremos. Es verdad que Iglesias gane espacio a la izquierda, pero a costa de encajonado en la extrema izquierda por mucho tiempo. Bien podría ser un regalo envenenado: Del 1 al tres del espectro político hay una buena bolsa de votos, pero sólo con esos votos, hasta ahora, en España no se ganan las elecciones. Y a partir de ahora, a Iglesias le va a costar mucho más pescar en los caladeros del centro izquierda, donde normalmente están la mayoría de los peces.

Porque un gobierno apoyado por PSOE-C’s puede ser bastante más sólido y eficaz que lo que la lógica de 130 diputados dictaría: las leyes de contenido social y de regeneración democrática pueden cerrarlas con Podemos, y la política económica que nos va a obligar a llevar Bruselas pueden sacarla adelante con la bancada popular, una vez se les pase el berrinche de perder el gobierno.

Porque ante la posibilidad de que haya nuevas elecciones el 26 de junio, el PSOE, durante tres meses, va a poder venderse en positivo, propuesta a propuesta. Van a ser otros los que tengan que decir que no (cosa mucho menos fotogénica que decir SI) y con bastantes propuestas muy parecidas a las que aparecen en el programa de Podemos.

Pues esto es todo. Si queréis discutir las propuestas del pacto, o cualquier otra cosa, a los comentarios.
Otro día mas.

Y, al final, se marchó el (y otras cosas sobre Podemos)

Y se marchó (perdonadme la expresión) dejando una cagada en la puerta. El jueves de la semana pasada, a la mañana, estuvo con uno de su cuerda, soltó varias andanadas hacia la linea de flotación de su ya ex-partido – «Podemos tiene que recuperar la frescura que nos llevó a nacer» «a veces nos parecemos demasiado a aquellos que queremos sustituir» – y ese mismo dia por la tarde hubo rueda de prensa de Pablo Iglesias con cara de compungido anunciando que había aceptado su dimisión. Todo esto, tres meses después de que sus compañeros de dirección recortaran drásticamente su presencia pública tras conocerse sus asesorías de a 400.000€ a paraísos democráticos como la Venezuela de Maduro.

Vamos, muy edificante todo. Es curioso constatar que en las críticas de Monedero hay bastante verdad: por ejemplo, a tendrían que haberle largado hace ya tres meses. La reacción de Podemos al affaire Monedero – que por cierto, es feo: no tan feo como la Gurtel o los ERE, pero claro, no han gobernado nunca, así que la excusa de que los otros son peores no vale – ha sido puro Establishment: ¡Es todo mentira, una conspiración en nuestra contra, y los malos son los demás, que son casta y lo suyo sí que es gordo, no como lo nuestro, que son cuatro perras y por una buena causa!

En fin. Está por ver el alcance real que acaba teniendo la espantada en el resultado electoral de Podemos (el que no les va a hacer ni cosquillas, como dice Pablo Iglesias, no se lo cree ni el). Sinceramente, creo que van a llegar a noviembre con la lengua fuera. Aparte de la torpeza con la que han manejado esta historia de Monedero en estos meses – impropia, creo yo, de los supuestos especialistas en mercadotecnia política que son: si lo hubieran largado en cuanto salió, incluso podrían haber sacado pecho diciendo con razón que ellos sí que no toleran las corruptelas en su partido – su discurso político hasta ahora – postularse como Los Puros, nacidos del Pueblo y para el Pueblo, en guerra contra Los Otros, que son Los Malos, Los Malvados: siempre un ente etéreo, como Los Mercados, Los poderosos o La Casta, a los que van a castigar. Y un poco de prometer tartas para todos, y otro poco de tirar de tópicos de la izquierda – que ha funcionado bien para canalizar el cabreo del respetable en las encuestas, y en unas elecciones de segundo orden como las europeas, en las que se juega con red (da igual 1 que 5 que 15, tu capacidad efectiva para sacar adelante tus propuestas va a ser cercana a cero en cualquier caso) podría no ser tan eficaz cuando se juega con las cosas de comer: una vez que con su voto la gente ve que puede darles poder del de verdad, y no solo tocarle los cojones al PPSOE, es posible que les pregunten antes que piensan hacer con el, mas allá de “echar a La Casta”.

Y aquí empiezan los problemas.

Primero, porque el discurso etéreo de El Pueblo contra La Casta funciona peor una vez que tienes descender al pedrestre dia a día de la política. Una vez que tienes que terciar en la miriada de intereses contrapuestos de la ciudadanía, tus decisiones ya no gustarán ni favorecerán a todo el mundo, e inevitablemente tienes que posicionarte tanto en los temas a debate como en el espectro ideológico, como hacen los demás partidos. Pero cuando has hecho de bandera de ser Diferente y Puro, el hecho inevitable de integrarte en el sistema de partidos puede desgastarte mas de la cuenta.

Por otro lado, Ciudadanos, con la primera campaña en positivo (con propuestas claras y concretas, por lo menos) que se ve en España en años, y posicionandose claramente en el centro (o en el centro derecha, si lo preferís) le ha cerrado el paso hacia el electorado de centro o centro derecha que podría utilizarles como voto de castigo. Y le ha robado la iniciativa: ahora es Albert Ribera el que está marcando el debate político, mientras Podemos va a contrapié. Con el extra de que la estrategia de Ciudadanos de lanzar propuestas concretas les está obligando tanto a argumentar por qué no les gustan, como a explicar cual y como es su propuesta alternativa. Y bajados del pedestal de la pureza anticasta, el discurso político de Podemos se sostiene bastante peor.

Y por ahora, en las maneras y en las formas no se han distinguido demasiado del modo de hacer del resto de los políticos patrios. Tiene razón Monedero cuando dice “a veces nos parecemos demasiado a aquellos que queremos sustituir”: solo que, en mi opinión, desde el principio han parecido un partido político español como los demás, no solo ahora. Casos de corrupción no tienen, claro, entre otras cosas, porque todavía no han gobernado en ningún sitio. Aun así, les ha salido lo de Errejón (que es una bobada, pero demuestra una jeta considerable. Hasta que no se hizo público, no renunció a una beca por una investigación en la que no estaba trabajando desde hacía meses) y lo de Monedero, bastante mas feo. El obviar el programa electoral con el que te has presentado a unas elecciones, para un mes después de estas empezar a defender propuestas distintas, son actitudes perfectamente homologables con las de La Casta que dicen querer combatir: porque la supuesta estructura ultrademocrática y horizontal (del pueblo, como decían) y el programa colaborativo que salió de los famosos círculos (muy de «berdadera hizkierda», por cierto)  les duró hasta que en las encuestas les dieron posibilidades reales de gobernar. Tres meses después de las europeas, ya eran un partido muy jerarquizado y vertical que se proclama socialdemócrata a la sueca. Para las autonómicas llevan un programa bastante mas moderado que el primigenio, al que le faltan una memoria económica (han dicho que la van a presentar comunidad por comunidad) y las medidas tendentes a crear una economía liberalizada y altamente competitiva propia de los países nórdicos; y le sobran los tics intervencionistas e incluso autoritarios. Es evidente que este viraje responde al intento de abarcar el mayor espectro electoral posible, un poco al estilo de lo que hace el PP desde la derecha. Pero a menos de un año de nacer como partido, suena impostado. Genera dudas. Cual es el Pablo iglesias de verdad, el de hace 9 meses o el de ahora? Además, sus bases (los mentados círculos) y sus recientemente captados cargos medios parecen estar bastante mas a la izquierda de lo que quiere situarse su cúpula. Está por ver, primero, si les siguen en el viaje, o empiezan a hablar de La Pureza y los Ideales Irrenunciables y se quedan por el camino (como Monedero), o peor, convierten el partido en un campo de batalla. Y está por ver si acaban convenciendo a los suficientes votantes moderados, de centro o de centro izquierda, de que su modelo de socialdemocracia centralista, intervencionista y populista es mejor que los de esta y esta competencia. Y de que han llegado a la socialdemocracia para quedarse, y no solo como añagaza electoral. Porque si puedes desechar alegremente un programa a un mes vista de unas elecciones, que seguridad tiene el votante de que no vayan a desechar el programa de ahora, un mes después de estas elecciones?

En fin, veremos si en noviembre, en un momento en el que mas gente va a empezar a notar la mejora económica que nos ha traído el petróleo barato, Podemos es de verdad una alternativa de gobierno o ha sido devorado por las guerras internas de pureza y la disonancia entre su grandilocuente discurso y sus actos.

Por último, una opinión (aún mas) personal. Pablo Iglesias no me gusta como político. Creo que tiene bastantes de los tics chungos que adornan a demasiados políticos patrios: es arrogante, soberbio, amigo del recitado del argumentario del partido, y de discurso simplón y maniqueo. Eso si, es muy buen tertuliano de televisión: quizá por eso ha llegado tan rápido a tanta gente. Ya mas en general, de Podemos me molestan bastante los enormes vacíos que parece haber en su pensamiento político. Me gustaría saber, por ejemplo, que diantres quieren hacer con la educación (mas allá del lugar común “educación pública y de calidad para todos”). Cual va a ser su política de infraestructuras, aunque sea a grandes rasgos (corredor mediterráneo, corredor central o ninguno; política con respecto a AVE). Cual es el grado de descentralización política que consideran óptimo*. Alguna opinión sobre política internacional. O sobre inmigración. Ya sé que la indefinición, y la falta de análisis es consustancial a casi todos los partidos políticos españoles, y también me molesta en los demás, pero hoy estamos hablando de Podemos, no?

Bueno, ya vale de chapa. Otro día mas.

P.D.: *Han propuesto una armonización fiscal entre las autonomías. No son federalistas, por desgracia…